mi experiencia personal
Mi relación con las velas de protección comenzó en un momento en que sentía que las energías negativas de algunas personas estaban afectando mi vida. Decidí crear un pequeño altar en mi hogar, donde podía encender una vela negra, simbolizando la protección y el rechazo de esas malas energías. Durante uno de estos rituales, me concentré en mi intención de protegerme de enemigos y de cualquier influencia negativa que pudiera perturbar mi paz mental.
Mientras encendía la vela, visualicé una barrera de luz brillante que me envolvía, alejando las intenciones maliciosas y las miradas envidiosas. Noté que, a medida que pasaban los días, mi percepción del entorno cambiaba. Sentía una mayor claridad y confianza, lo que me permitió tomar decisiones más sabias en las relaciones personales y profesionales.
Desde ese momento, las velas se convirtieron en mis aliadas en la búsqueda de un espacio seguro y armonioso. Cada vez que siento la presencia de malas energías o personas tóxicas a mi alrededor, enciendo una vela de protección y dejo que su luz me guíe.
Además, complementé mi práctica con afirmaciones de amor y luz, creando un balance que no solo me protege, sino que también nutre mi energía positiva. Te invito a experimentar con las velas de protección; pueden ser una poderosa herramienta para fortalecer tu energía y resguardarte de las influencias externas negativas.